Sacando la vuelta

Así estuve el fin de semana, o mejor dicho, dando vueltas porque el panorama “le llevo varias cosas”. Partí el viernes en la mañana en Patronato, dando vueltas sola por el mundo de los chinitos y poleras convenientes… gasté mi cuota, agarré mis bolsas y cartera y de vuelta a casa porque, oh sí que si tienes suerte puedes estar harto rato perdida ahí…. Sol en el techo del edificio con una amiga y en la noche el cumpleaños de la Cony… salir a bailar y mi costumbre que he decidido cambiar…supero los límites de sensibilidad después de las dos de la mañana…lloro, pucha que me gusta llorar, es la verdad… cualquier razón es válida para hacer pucheros, desde el Rey León hasta una mala cara… quizás no es malo, el problema es que no tengo filtro; no importa donde, cuando, ni con quién…. Si es necesario se llora, y el llanto público será eliminado, sobre todo si el 95% de las veces estoy riéndome a la media hora. Hipersensibilidad o vivir todo a concho…

El sábado a ver la Unión Española con Colo-Colo al Estado Nacional… la mini barra de la Furia Roja me dejó sorprendida y con su bombo y banderas, alentaron los 90 minutos a sus jugadores que finalmente perdieron 3-1. Me devolví en un Transantiago… en uno ar ti cu la do… reconozco mi emoción de cabra chica… y la foto correspondiente, claro que sí… otra de mis costumbres, pero que no quiero cambiar: jugosa. No es que sea jugosa desubicada, mi mamá diría exceso de personalidad. Cumple de la Berni, Karaoke, cine al otro día, etc…

… y eso, y me da lata seguir, si todo esto lo partí escribiendo para sacar la vuelta. Porque no tengo ganas de estudiar Teoría Económica, aunque sé que es bueno y bla bla bla, oferta y demanda no están dentro de mis prioridades… quiero pensar en el Paseo al Ombligo, en las nuevas responsabilidades, en qué voy hacer con mi pescadito cuando yo no esté el finde… quiero un chocolate, un café helado, una a pizza mediana pepperoni, pimentón, cebolla a medias.