Tanto Invierno

Hoy fui a saludar a la Virgen del Cerro San Cristobal.
Uno siempre promete o pide cuando quiere algo, y cuando lo tiene se olvida. Obvio. De noviembre viene la deuda y como Santiago hoy amaneció increible, partí. Ayer llovió, así que la vista era clarisima, mejor que Google Earth. Lo único que empañó el paseo, es que a la vuelta un micrero no me dejó pagar pase escolar porque, me dijo muy enojado, era domingo. Pensé explicarle lo que Michelle nos aseguró sobre el pase 24 horas 7 días a la semana pero como está comprobado que las peleas con los micreros no terminan bien, pagué normal y me senté. Bien calladita. Hoy no tengo ganas de pelear, que raro.

Anoche fui a dos fiesta. Una muy mala y una muy buena. La mala porque era fome, la buena porque había mucha gente, mucho humo y luces que hacen que las cosas se vean como en camara lenta. Sí, esos son mis parametros de una fiesta buena por estos días, lo lamento. Ya no queda nada para terminar el semestre, se me pasó tan rápido. Pensé incluso que este semestre sería el más lento, me preparé para los días largos. Nada. Dos pruebas más y un trabajo y se acabo.

Estuve un mes sin escribir.
Quizás es la transición.
Pero estoy tan tranquila y contenta.
Me gustaría subir a skiar mañana, pero nadie puede.
El próximo finde subo, aunque vaya sola.