Mira niñita

Su pelo es cada vez más claro por pasar todo el día al sol, pero cada vez le va quedando menos. El jueves cumplió 50 y como no pude ir a Temuco me escapé a Chillan de viernes a sábado, ya que él iba a estar ahí, y lo celebramos como padré e hija. Hablo de mi papá. No sé si estoy pasando por una época sensible de mi vida (aún más sensible) pero últimamente me importan demasiado los demás. "Mis" demás. Yo vivo sola y todo pero a fin de cuentas sin mis "seres queridos" no existo. Necesito dar y recibir cariño. Le dije que lo quería cada día más y me preguntó si estaba loquita. Y es que es ahora cuando me he dado cuenta que todas esas cosas que me dijieron mis papás de chica "algún día lo entenderás" son ciertas. Sacrificios, aunsencias, consejos y advertencias. Pero hace un tiempo ya se acabaron los sermones y sólo basta con un "cuidate" y un "estoy orgulloso de tí". Yo también de él claramente.

Salimos a comer el viernes en la noche y el sábado en la mañana nos levantamos a hacer diferentes trámites. Primero fuimos a ver a un doctor de plantitas (mi papá es Ing Forestal) y le llevamos unos pinitos radiatas enfermos. Después fuimos a ver unos letreros para el vivero y luego nos devolvimos a almorzar. Cuando me fui le regalé una foto mía para su billetera ya que la Monse le había dado una donde yo salía pésimo (gracias hermana) y también le cambié su fondo de celular. De grande nunca viví con mi papá al 100% pero no importa. Los dos supimos como hacerlo y hoy no me falta nada de mi papá.

We live for love

Vivimos para y por amor, como dice la canción de Pat Benatar (no es que yo sea ochentera en música pero mi papá pusó muchas veces la canción en el auto y me gusta). Porque puedo andar media romántica hoy, pero historicamente el amor es uno de los motivos o razones de las cosas más grandes en el mundo. Se puede viajar miles de kilometros por amor, se puede esperar mucho años por amor, se ha construido la historia por amor y se puede entregar hasta la vida por amor.

El findesemana fuimos a Conce al matrimonio de la hermana de René. Y aunque fue una ceremonia muy sencilla, lejos de niños cantores, avemarías, tiernas sobrinas llevando anillos o petalos de rosas, el momento en que la señora del registro civil dijo "Por el poder que me confiere la ley, los declaro marido y mujer", fue imposible no emocionarse y hacer un esfuerzo grande por no botar lágrimas (el rimel sí se corre). Yo no sé como lo haré para casarme sin llorar. Un valium seguro o un frasco de gotas de Bach. Es demasiado lindo pensar que aún haya miles y miles de personas que decidan, sin que nadie los obligue, a unir su vida con la de otra persona, que claramente no es perfecta, pero que al final da lo mismo porque ya soñaron la vida así y sin esa persona sería imposible. Es muy difícil quedar ajeno cuando alguien dice "sí, acepto".

Hoy rené me regaló flores.
Hoy yo estoy llena de amor.
We live for love.