La importancia de tener un blog
Creo que en un acto de mucha autoreferencia leí casi todos los post que he escrito desde octubre de 2005. Por aquí han pasados mis alegrías, penas, jugoseadas y reflexiones tan simples de todos los días. Y más que por un lector desconocido, es por mí... volver a leer fue tan rico, saber que aunque toque fondo, siempre salgo a flote. Que también cuento con amigos buena onda, mi hermana, y mi pololo, que aunque no postee, es una gran motivación y siempre está alerta...es como mi diario de vida publicable, y mucho más ameno de leer porque si fuera con mi letra nunca le daría una mirada. Me reí mucho, así como cuando los papás te dicen: "Mira, algún día te vas a acordar de esto y te vas a reir". Igual. Todos deberían tener un blog, por lo menos a mi me sirve.
Ayer fui al cerro San Cristobal, especificamente a ver a la virgen para cumplir una de esas promesas que, creo, hago intencionalmente para tener una excusa para subir sola a la punta del cerro y sin que nadie me mande. Hice una hora fila para subir por el funicular... una hora que podría haber sido media sin que la mitad de Chile se colara... sólo los gringos, las señoras muy viejas y yo respetamos la fila. Una niñita negrita muy simpática me pegó toda la fila con una maletita fuccia de hello kitty en las piernas, pero no le dije nada, porque las dos estabamos contentas por subir así que daba lo mismo. De ida me fui en la punta del carrito y de vuelta baje en el último espacio. Me compré un jugo, un rosario mini para mi billetera y me senté a pensar.
Pacte una próxima subida si todo sale bien en julio.
Es muy recomendable salir a pasear con uno mismo.