Llegó mi otoño al fin

Ya que no tuve verano, quiero tener mi Otoño de principio a fin. Sí, creo que la época favorita del año, donde lo sureña se me sale a concho. Amo los días nublados, las hojitas en el suelo y la ropa gordita. Si al común de la gente le deprimen, a mi me suben el ánimo. Leer un buen libro, tomar un café, regalonear viendo tele e incluso, estudiar. Creo que el otoño me sienta bien.

Ayer tuve una buena despedida del verano. Un pic nic en un parque de lo más central park.
Hoy comienza la planificación del viaje que está cada vez más cerca. Así que aunque el tiempo me falle, y mañana no llueva como dice el pronóstico de 3 páginas que revise, doy oficialmente por inaugurado el otoño 2007.

Unimarc de Tobalaba

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No es que estos casi 3 meses de práctica me hayan convertido en una fanática por la responsabildad ciudadana. Denuncias, negligencias médicas, viviendas serviu y allegados calan hondo. Pero es que estas colas de supermercado a las 7 de la tarde de un día cualquiera son impresentables. Unimarc de Tobalaba con Apoquindo. Casi terminando de llenar el carrito en la fila, en la mitad del pasillo de las galletas. La mitad de las cajas funcionando con cajeras más lentas que Kung-fu preguntando si uno quiere acomular puntos... Nooo, lo único que uno acomula es cansancio y promesas de nunca más volver a ese supermercado. Que nisiquiera es tan bueno, pero abre hasta tarde y queda cerca. Factores que cuando uno se levantó a las 6:30 am y quiere llegar rápido a la casa a ver la guerra de las teleseries Mi-único-panorama-del-día, no valen.

Como dijo un par de vijietas que estaban detrás mio:¡¡Toda la culpa la tiene el Transantiago!!